anuncios@notefies.com | ¿No te fías? Escríbenos a ayuda@notefies.com
Tu caso nos ayuda a todos. ¡Explícanoslo! Cuéntanos tu caso a micaso@notefies.com
La estafa, ese gran engaño que seguramente nos hemos topado en algún momento de nuestra vida, pero si quisiéramos definir el concepto de estafa, ¿cómo lo haríamos? ¿Quizá como una hijoputada*? Pero esta definición no es objetiva sino más bien emocional. Como tal, podemos encontrar dos definiciones: la de la RAE y la que suele darse en Derecho. Según la RAE nos la define el concepto de “estafa” como:
Pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños, y con ánimo de no pagar.
Y según la definición de Derecho, nos la define como:
Cometer alguno de los delitos que se caracterizan por el lucro como fin y el engaño o abuso de confianza como medio.
Por lo tanto, ambas coinciden en el hecho de “engañar con la finalidad de lucro”.
Entonces, sabiendo esto, ¿qué cualidades necesitamos realzar en nuestras vidas para mitigar este nauseabundo acto? Desde nuestro punto de vista, la duda y la desconfianza nos ayudan a formar nuestro primer muro de defensa. La duda nos llevará a cuestionar cada concepto y a informarnos y la desconfianza a no darlo todo de buenas a primeras y a valorar nuestra privacidad personal y laboral cada vez más.
Cuando el estafador se pone en contacto con nosotros, debemos estar atentos a cualquier detalle por muy sutil que sea.
Empezaremos por el canal elegido: WhatsApp, LinkedIn, Instagram, Facebook, Viber, pidiendo fuego para un cigarrillo, un choque fortuito, un evento o una conferencia o incluso un seminario intercorporativo o financiero (les encanta el dinero ;)), etc. Si el canal es una red social, tanto personal como laboral, debemos tener muy presente que nuestro sospechoso puede estar en la puerta de al lado de nuestra casa como al otro lado del planeta. La distancia virtual que proporcionan las tecnologías actuales en el ámbito de las redes sociales, les brinda a los presuntos estafadores una seguridad que no se la han ganado y una ventaja logística muy grande hacia nosotros.
Por otro lado, cuando se hace un contacto más presencial, es decir, que en algún momento hemos tenido al presunto estafador cara a cara (descartando cualquier medio de videollamada o similar), la cosa cambia. Tienes el consuelo de saber que puedes, medianamente, ubicarlo y encontrarlo. Pero ¡ojo!, nunca se sabe cuándo le puede surgir un asunto urgente en el extranjero.
Aquí podemos recordar aquella estupenda frase de Víctor Corleone donde decía “Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca” y desde aquí lo completamos con “lo suficientemente cerca como para no intimar”.
Como comprenderéis, a cualquier estafador, generalmente no le interesa dar la cara así de gratis a excepción de un narcisista. Son cobardes por naturaleza, ocultándose bajo el manto de la mentira y el engaño. Por eso, si veis que rechaza hacerse una foto o a realizar una videollamada o la esquiva o incluso os da largas constantemente acerca de darse a conocer físicamente y presencialmente, empezar a desconfiar.
Como consejos te proponemos estos:
Retomando el hilo, en cualquier primer contacto, lo normal es que diga su nombre de pila y su primer apellido junto con el motivo de contacto. Si es algo relacionado con el ámbito laboral, debería identificar el nombre de la empresa en la que trabaja junto al logotipo y una dirección empresarial. Con toda esta información deberéis usarla para verificar la credibilidad del contacto.
Los motivos más frecuentes suelen ser todos los relacionados con el “money, money” ya sea personal o empresarial. Cualquier excusa sería válida para romper el hielo como, por ejemplo:
Si esa persona se ha puesto en contacto contigo a partir de un mensaje que empieza del estilo, “Hola, ¿sabes quién soy?” o “Hola amigo” o “Hola querida” o “A la atención de quien pueda interesar” debería saltaros las alarmas. Podéis seguirle el juego a ver cómo va reaccionando si os queréis divertir un poco. Por lo general, al no conseguir rápidamente su objetivo, perderá el interés hacia vosotros.
Cómo hemos comentado anteriormente, ya no nos sirve una entrada con “Hola que ase”. Así que nos fijaremos en los siguientes aspectos:
Este paso es muy importante. La investigación preliminar de esa persona, deberíamos abordar, como mínimo, los siguientes aspectos:
Por eso, usaremos tanto el nombre, el apellido y las fotografías para buscar información de cualquier índole en los buscadores de internet: Google, Yandex, Baidu, etc.
Con respecto al nombre y al apellido, debemos valorar cómo de comunes son esos nombres. Por ejemplo, nuestro sujeto ficticio nos servirá para el próximo ejemplo. Os presento a Francisco García González. ¿Cuántos Francisco hay? ¿Y Paco? ¿Cuántos García y González hay? Al ser tan comunes, tan solo dificultará la búsqueda del “original”. Y eso solo con nombres y apellidos españoles, pero ¿qué ocurre cuando son extranjeros? ¿Cuántos Mike existen? ¿Cuántos Smith, O’neill o McDonalds hay? Es por eso que, si le pedís más información deberías contrastarla, como mínimo, en las redes sociales. A lo mejor, encontráis alguna opinión, algún caso oscuro y dudoso o turbulento, etc.
Por otro lado, haríamos lo mismo con la fotografía de perfil. Cuando un perfil no tiene una fotografía clara del rostro de la persona, por defecto debemos desconfiar. Unas gafas de sol ya deberían ser motivo suficiente para ponerle en tela de juicio.
Ahora bien, solo con lo anterior expuesto, nuestras sospechas serían más del 99 % en que nuestro sujeto es un estafador. Aún así, vamos a seguir y empezaremos a buscar la web de la empresa a ver que encontramos ¡y voilà! Resulta que existe una web (supuestamente mini punto de credibilidad) pero es cutre de cojones (se nos acaba de ir la lívido).
Señoras y Señores, si fuésemos nosotros directamente ya lo tendríamos claro. Es un estafador de manual. Aún así, iríamos a deshuesar el pollo. ¿Y cómo podríamos hacerlo? Podríamos empezar mirando su web por completo, a ver si hubiese alguna información interesante: imágenes, direcciones de correo, teléfonos de contacto, etc. Luego, seguiríamos buscando opiniones, datos fiscales, etc.
Si en algún momento decidimos responder al mensaje de contacto, deberíamos vigilar mucho en los siguientes aspectos más importantes:
* Expresión del Sargento de artillería Thomas Highway, película El Sargento de hierro (Heartbreak Ridge, 1986).
** Síndrome de Gastón, creado por equipo NTF. Gastón es el personaje de “La Bella y la Bestia” (Disney, 1991).
*** ROI: Return of Investment. Retorno de la Inversión.
Desde NTF nos hacemos las siguientes preguntas:
¿Te ha sido útil este artículo?
¿Crees que con esta información podrias evitarte un disgusto?
¿Estas preparada para esperar lo inesperado?
Definición de Estafar: https://dle.rae.es/estafar